00.- Introducción

La evaluación de sistemas y usuarios de información y documentación es el conjunto de medidas y actividades destinadas al análisis y diagnóstico del estado de la cuestión en los distintos servicios documentales, de referencia, tratamiento de entrada y salida de información en la UID. Por ende su funcionamiento en mayor o menor grado de eficacia y pertinencia afecta a la satisfacción de las necesidades informativas del usuario, cumpliendo o no sus espectativas, objetivos y finalidades investigadoras, formativas o decisorias.

Como se puede sospechar la evaluación es un ejercicio de objetividad e independencia de las pasiones, sustituidas por una medición científica y cualitativa, basada en el perfeccionamiento de los servicios y productos informativos y documentales que el especialista o la entidad lleva a cabo como resultado del ejercicio de sus funciones.

Pero el concepto de evaluación, tal como se podrá concretar en sucesivos capítulos trasciende la perspectiva del estudio de indicadores para una UID, pudiendo adentrarse en los aspectos relativos a los estudios de usuarios, evaluación de programas informáticos que permiten el tratamiento de la información, la evaluación económica de la UID así como la evaluación de los OPAC y sistemas de recuperación utilizados por los usuarios. Se trata en consecuencia de un conocimiento y metodología aplicable a múltiples subáreas de conocimiento de la Documentación. 

Finalmente ha de destacarse otro rasgo especial de estos conocimientos evaluativos. Se trata de la capacidad adaptativa e imaginativa del documentalista para generar nuevos parámetros que permitan medir y comparar nuevas realidades documentales que con frecuencia aparecen en los recursos y fuentes de información, herramientas documentales, catálogos y otros objetos de trabajo y estudio. De hecho son múltiples las ópticas o visiones que pueden aprovecharse para determinar el valor de tales objetos y por ello se requerirá el estudio de la metodología básica común a todos ellos, así como la puesta en práctica de los mismos para su dominio. 

De hecho no queda lejos del sentido común en la presente asignatura afirmar que el documentalista ha de cultivar la necesaria virtud de perfeccionar nuestras herramientas, trabajos y conocimientos en base a la prueba científica que eleva en justo valor su finalidad.